miércoles, 10 de febrero de 2027

Mujeres músicas


LA MUJER EN LA MÚSICA 

Por Armando Sánchez Málaga


En la Antigüedad

Era usual que la mujer practicara la música cantando o tañendo algún instrumento de cuerdas o de percusión acompañando sus danzas en festividades palaciegas. En algunos pueblos como en Siria integraban orquestas de esclavas que eran exportadas a otros países como Egipto. En ese país también eran comunes los grupos de danzarinas esclavas que se acompañaban con panderetas y otros instrumentos de percusión. En cambio, no existía la costumbre de que los hombres aprendieran música porque, según Sículo, se la juzgaba un arte inútil y hasta perjudicial, pues afeminaba a los hombres.


En Palestina eran las mujeres las propagadoras principales de la música. Cantaban y danzaban pulsando sus instrumentos cuando los hombres regresaban victoriosos de la guerra. Es Miriam, hermana de Aarón, quien frente al coro de mujeres responde al canto de alabanza de Moisés: “Yo deseo cantar al Señor porque Él nos ha hecho poderosos”. Pero también los hombres danzaban y cantaban para expresar su júbilo y su dolor “con la voz, las manos y todos los músculos del cuerpo” (Sachs)[1].

Hay noticias de que en Babilonia existían grandes conjuntos de mujeres instrumentistas y cantantes. En un relieve se aprecia uno con más de ciento cincuenta integrantes a disposición de un noble babilonio. También en el harem griego se seguía la costumbre asiática de contar con cantantes e instrumentistas  esclavas.

En Occidente

En cambio en Occidente, a partir de la Edad Media, la mujer estuvo excluida  de la práctica musical. El canto llano lo practicaban los monjes en los conventos. Las canciones seculares las creaban y ejecutaban los juglares. El papa Inocencio IX en 1686 declaró que “que ninguna mujer con ningún pretexto debe aprender música o tocar algún instrumento porque se distraen de las funciones y otras ocupaciones que le corresponden”. Esta disposición fue reiterada por el papa Clemente XI  en 1703.

Solo a partir del desarrollo operático, a partir del siglo XVI, mujeres cantantes demostraron sus capacidades artísticas, aunque algunas veces sus roles fueron asumidos por hombres. Sin embargo, todavía en el siglo XX encontramos obsoletas opiniones como que “la inferioridad física, mental y moral de la mujer es un hecho que no puede ni siquiera discutirse” (…) “que es un error afirmar que la inferioridad mental de la mujer  se debe a las condiciones sociales que le impidieron o que por lo menos dificultaron la instrucción” y que “queda demostrada (por razones numéricas) rotundamente la inferioridad musical de la mujer en la música”[2].

La vida musical actual demuestra hoy lo contrario. Cada vez el número de mujeres dedicadas a la práctica musical aumenta, en parte debido a las conquistas que han logrado en el plano social, cultural y económico.

 

En la Edad Media 

Mirando hacia atrás podemos encontrar notables precursoras desde la Edad Media  como lo fue  Hildegard von Bingen (1098-1179)[3], monja alemana que llegó a ser  abadesa en el monasterio de Rupertsberg, y personaje  que se anticipa a la concepción humanista del Renacimiento por su versatilidad intelectual que demostró como filósofa mística, médica, escritora, compositora de notable talento y oficio que dejó  alrededor de 160 composiciones litúrgicas monódicas “en honor de Dios y de los santos”  de las cuales su obra magistral fue la pieza dramática Ordo Virtutum.

Otro personaje interesante  fue Francesca Caccini (1587-1641) “la Monteverdi de Florencia”, la primera mujer que compuso una ópera, además de obras vocales religiosas, seculares y piezas instrumentales.

En el Barroco

En el barroco, destaca Anna Magdalena Wilcker (1701-1760), segunda esposa de Johann Sebastian Bach (1685-1750), clavecinista y notable soprano. Trabajó como tal profesionalmente en la capilla de Zerbst y en Kötchen, donde conoció a su famoso esposo, de quien fue su colaboradora. Era usual entonces que las damas en la corte se ejercitaran en la interpretación de instrumentos de teclado como la espineta o el virginal.
  

En la Época Clásica

Durante la época clásica, segunda mitad del siglo XVIII, esa práctica se extendió a las salas de conciertos y ambientes públicos. Un personaje notable fue  María Teresa von Paridis (1759-1824), pianista y compositora ciega. Contemporánea y amiga de Mozart,  incursionó en el género operático, la cantata, las canciones y la música de cámara. Como pianista realizó exitosas presentaciones en diferentes ciudades europeas.

En el Romanticismo 

En el período romántico, siglo XIX, destacó la figura de  Clara Wieck (1819-1896), excelente pianista y compositora alemana, esposa de Robert Schumann. Escribió un buen número de canciones, piezas para piano, un concierto para piano y música de cámara. Cuidó la revisión de las obras completas de su esposo. Destaca también en este periodo la figura de Fanny Mendelssohn (1805-1847), pianista y compositora, hermana del compositor alemán Felix Mendelssohn.

En la misma época, resalta Ethel Smith (1858-1944), compositora y ferviente militante feminista inglesa. A pesar de la oposición de su padre estudió en el Conservatorio de Leipzig (Alemania) Compuso varias óperas. De sus obras, se recuerda especialmente  La marcha de la mujer  dedicada al movimiento sufragista, que habría dirigido desde la prisión con su cepillo de dientes como batuta.

En el Post-romanticismo y siglo XX 

A inicios del siglo XX, destaca la figura de Alma Schindler (1879-1964), pianista y compositora conocida como Alma Mahler, esposa del compositor vienés Gustav Mahler y obligada por éste a dejar la composición, que retomó en 1910 luego de la muerte de su hija. Al enviudar, sus posteriores parejas, entre ellos el famoso pintor Oskar Kokoschka, el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel, se opusieron también a que compusiera. De su obra sólo quedaron 16 lieder de singular belleza.

Las famosas hermanas francesas Nadia y Lili  Boulanger, hijas de Ernest, profesor del Conservatorio de París y nietas de la cantante Juliette Boulanger, tienen un lugar importante en la historia de la música del siglo XX.

Nadia (1887-1979), además de compositora y como tal ganadora del  segundo Prix de Roma a los veintiún años, fue la primera directora de orquesta de la historia, que además tuvo la oportunidad de presentarse con las famosas orquestas Filarmónica Real de Londres, la Orquesta Sinfónica de Boston y la Orquesta Filarmónica de Nueva York; maestra de toda una generación de compositores europeos y americanos, incluidos algunos latinoamericanos; y musicóloga e intérprete de la música de Claudio Monteverdi , creador de las primeras óperas de la historia y autor de la más célebre colección de madrigales.

Su hermana Lili (1893-1918), talentosísima compositora y alumna de Fauré, fue la primera mujer ganadora del Prix de Roma, a la misma edad que su hermana, y desaparecida a los 25 años, razón por la cual su hermana Nadia dejó de componer.  Entre sus obras, que gozan cada vez de mayor estima, figuran la cantata Faust  et Héléne, canciones, piezas para piano,  obras de cámara y piezas para coro.

Germaine Tailleferre (1892-1983), compositora francesa que cambió su nombre original Marcelle Taillefesse debido a la oposición de su padre a que fuera música, perteneció al Grupo de los seis junto con Francis Poulenc (1899-1963), Georges Auric (1899-1963), Arthur Honegger (1892- 1955), Darius Milhaud (1892-1974) y Luis Durey (1888-1979).

 

En América Latina y el Perú 

Sin duda figura femenina trascendente de la música en América Latina fue la venezolana Teresa Carreño (1853-1917), quien debutó como compositora y pianista a la edad de nueve años en Caracas, su ciudad natal. Su carrera internacional se inició en.  los Estados Unidos presentándose como solista de la Orquesta Sinfónica de Boston.. En Europa, hizo giras en las principales ciudades de Alemania, España, Francia e Italia. También se presentó en África y Australia con gran suceso.

Su catálogo de obras comprende valses, nocturnos, mazurcas y baladas para piano, géneros característicos del repertorio romántico de salón del siglo XIX en Latinoamérica. En su memoria, Venezuela instituyó el concurso internacional para piano que lleva su nombre y se  lo puso también al gran Teatro de Caracas.

Entre las pianistas latinoamericanas que destacaron en el plano internacional durante el siglo XX debemos mencionar en primer lugar a la chilena Rosita Renard (1894-1949).
Inicialmente alumna del profesor arequipeño Roberto Duncker Lavalle en el Conservatorio Nacional de Música de Santiago de Chile, se perfeccionó en Alemania con Martin Krause, discípulo de Liszt. Luego de obtener el Premio Liszt inició una carrera internacional exitosa en Europa que luego desarrolló en los Estados Unidos y Latinoamérica. En Argentina, destacó Lía Cimaglia Espinosa (1906-1998), que incursionó en la composición, y Martha Argerich de renombre internacional premiada en Bolzano y Génova en 1957 y Primer Premio en el Concurso Chopin en Varsovia en 1965. En Uruguay, Nybia Mariño (Montevideo 1920); Blanca Uribe  en Colombia con estudios de perfeccionamiento en Viena y Nueva York, diversos premios en concursos internacionales en Europa y presentaciones en sus centros musicales más importantes.

En el Perú, a lo largo del siglo XX, varias mujeres han desempeñado roles protagónicas en los campos de la composición e interpretación musical. Como compositoras más representativas tenemos a Rosa Mercedes Ayarza de Morales, Rosa Alarco, Chabuca Granda, Alicia Maguiña y Rosa Elena Vásquez.

Rosa Mercedes Ayarza de Morales (1881-1969)

Fue precoz pianista y compositora nacida en Lima el 08 de julio de 1881. Desde temprana edad, se presentó como pianista, cantante y directora de coros. A los siete años recibió sus primeras clases de piano y a los veinte el maestro italiano Claudio Rebagliati le dio algunas clases de canto. Como solista con la orquesta de la Sociedad Filarmónica se presentó en 1909 tocando el concierto de Mendelssohn. 

Luego de ejercer la docencia por dos décadas, se inició en la composición. Así surgieron los famosos Antiguos pregones limeños y Estampas criollas, verdaderas reelaboraciones  del repertorio popular como tristes, festejos, marineras, tonderos, resbalosas y pregones. En el campo de la creación original, escribió piezas para coro, piano, lieder,  himnos y canciones religiosas y seculares. La extensa obra de doña Mercedes Ayarza de Morales  alcanza casi un centenar, muchas de ellas todavía inéditas.  

Rosa Alarco (1911- 1980) 

Compositora, directora de coro e investigadora nacida en Lima en 1911. Realizó  estudios particulares de piano y guitarra, para luego seguir cursos teóricos con Andrés Sas en la Academia Sas-Rosay.  Al fundarse el Conservatorio Nacional de Música ingresó a la clase de composición de Rodolfo Holzmann.

Su actividad principal la desarrolló en el campo coral dirigiendo primero el coro del colegio Rosa de Santa María y el de G.U.E Mercedes Cabello. Luego dirigió el Coro de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Para esos conjuntos, realizó arreglos de música popular que hoy forman parte importante del repertorio coral peruano como el triste con fuga de tondero Amor Ladrón, Lámpara maravillosa, la Jarra de Oro, A la Molina no voy mas, Los cuatro so, entre muchos otros.

En el campo de la música de cámara, compuso durante sus estudios en el Conservatorio Trío para clarinete, viola y cello y la Pequeña suite. Posteriormente, compuso Canto a Túpac Amaru y Palabras de guerrillero con texto de Javier Heraud.

Dejó algunas investigaciones como  Los negritos de Huánuco y Alfonso de Silva, biografía del compositor peruano de la segunda generación, por la que obtuvo el Premio de Musicología Casa de las Américas de la Habana, Cuba.

Chabuca Granda (1920-1983) 

Compositora de canciones populares de amplia difusión y aprecio, nació en Apurímac el 03 de septiembre de 1920 y falleció en Miami el 08 de marzo de 1983. Su renombre internacional se inició con el vals La flor de la canela compuesto en los años cincuenta, al cual siguieron canciones como José Antonio,  Fina estampa y María Landó (con texto de César Calvo).

Chabuca Granda abordó también otros géneros como el tondero (Tondero para Luis Pardo), canciones con ritmos negroides que pertenecen a su denominado ciclo negro (El surco, Me he de guardar, Coplas a Fray Martín) y el ciclo dedicado al poeta peruano Javier Heraud, de alto valor literario y contenido social.

En enero de 2017 el Ministerio de Cultura declaró su obra Patrimonio Cultural de la Nación “por su gran valor simbólico dentro del imaginario nacional cuyo aporte a la música criolla abrió muevas sendas en la música popular peruana”.

En su homenaje también se editó recientemente un CD con doce de sus canciones más representativas interpretadas por figuras internacionales como Rubén Blades y Joaquín Sabina.

Alicia Maguiña (1938)

Compositora de canciones populares e intérprete del repertorio costeño y andino. Realizó estudios de piano, canto y guitarra. Entre sus más difundidas canciones figuran los vales Inocente amor y Viva el Perú y sereno, los huaynos Serrana y Perla andina, los tonderos Apañadora e Ica mañana me voy, además de mulizas y canciones infantiles. Ha desarrollado una intensa actividad artística en escenarios del país y del extranjero. Ha grabado numerosos discos y obtenido diferentes premios y distinciones.

Rosa Elena Vásquez (1950- 2016)

Compositora y musicóloga con estudios  en el Conservatorio Carlos Valderrama de Trujillo y en el Conservatorio Nacional de Música. Se graduó de musicóloga en Venezuela. En 1979 ganó el premio de musicología “Casa de las Américas” de La Habana, Cuba, por su trabajo titulado “La práctica musical de la población negra en el Perú”. Ha realizado diversos estudios sobre la música y la danza en el Perú. Ha compuesto obras para niños y realizado diversos arreglos corales. Ha participado en diferentes congresos, conferencias y ofreció recitales en diversos países latinoamericanos y en Alemania, España, Suecia y Suiza. Ejerció la docencia y se desempeñó como directora del Centro de Música y Danza de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CEMDUC).

Por otro lado, en el campo de la música popular, el Perú ha tenido un número importante de cantantes como María Jesús Vásquez, Zoila Augusta Emperatriz Chávarri “Ima Sumac”, Luz Bedoya “Suray Surita”, Rosa Ascoy “La Limeñita”, Yolanda Vigil “La Peruana”, Lucy Smith, Lucha Reyes, Eloísa Angulo, Lucila Campos y Edith Barr. Actualmente destacan Eva Ayllón, Elsa  Palao, Victoria Villalobos Tania Libertad  y Susana Baca, estas dos últimas con actividad y prestigio internacional. Susana Baca fue la primera Ministra de Cultura durante el gobierno del presidente Ollanta Humala. y Tania Libertad, residente en México, es una figura de amplio prestigio internacional. 

En el campo de la dirección orquestal, también han destacado músicas peruanas como Carmen Moral, Carlota Mestanza, Mina Maggiolo, Zoila Elena Vega Zalvatierra y Pilar Lopera.

Carmen Moral               

Nacida en Lima, Carmen Moral ha sido la primera mujer en convertirse en titular de una orquesta sinfónica nacional. Sus principales maestros de dirección fueron Ionel Perla y Lazlo Halasz. Ha sido directora de la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, de la Orquesta Filarmónica de Bogotá (Colombia), de la Orquesta de Cámara de mujeres de Viena (Austria), de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Mimar Sinan de Estambul (Turquía) y durante seis años ocupó la plaza de primera directora de la Ópera Estatal de Estambul.

Posee los grados de Master por el Manhattan School of Music y por la Universidad de Columbia (Nueva York), así como un Master y un DEAS de la Universidad Sorbonne de París.

Como invitada ha dirigido orquestas diversos países de América y Europa. Carmen Moral es directora emérita de la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú  y Gran Oficial de la Orden al Mérito Ciudad de Bogotá. El año 2006, el Instituto Nacional de Cultura de Perú le concedió la Medalla de la Cultura Peruana y el año 2010 la Universidad Femenina del Sagrado Corazón le otorgó el grado de Doctora Honoris Causa.

Actualmente es profesora de dirección de orquesta en el Berklee College of Music de Boston (USA).

Carlota Mestanza              

Inició sus estudios de piano en el Conservatorio Nacional de Música. Luego siguió los de composición con los maestros Enrique Iturriaga y Edgar Valcárcel. En 1977, viajó a Italia para seguir sus estudios en el Conservatorio Naziionale di Santa Cecilia de Roma, siguiendo  cursos de pedagogía musical, dirección coral  y composición.

En Nueva York prosiguió sus estudios  en el Mannes College of Music  y en la Juliard School of Music. Finalmente, estudió dirección de orquesta con los maestros  Vincentt la Selva  y Vladimir Kin.

Entre 1985 y 1988, fue directora titular de la Orquesta Sinfónica de Trujillo. Ha sido también directora de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música y ha dirigido invitada la Orquesta Filarmónica de Lima, la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, las orquestas de Quito y Guayaquil (Ecuador) y la Orquesta Sinfónica Juvenil  de Sao Paulo (Brasil).

Mina Maggiolo                       

Nacida en Lima, estudió guitarra y dirección coral en el Conservatorio Nacional de Música. En 1977 obtuvo el grado de bachiller en la especialidad de arte y acaba de culminar sus estudios de maestría  en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Siguió estudios de dirección orquestal con el maestro José Carlos Santos durante siete años. En 1995, asistió al curso de perfeccionamiento en dirección orquestal dictado por el maestro Miung Whun Chung. en la Academia Chigiana en Siena (Italia).

Desde  1992 y hasta el 2001 fue directora asistente de la Orquesta Sinfónica Nacional y el año 2006 fue designada directora titular de la misma, cargo en el que permaneció hasta el año 2009. Como invitada, ha dirigido orquestas en La Plata (Argentina) y en Brasil con la Orquesta Sinfónica de ese país.

 

Zoila Elena Vega Salvatierra        

Nacida en Arequipa, inició sus estudios en la Escuela Superior de Música de Arequipa y obtuvo la licenciatura en música en la Universidad Nacional de San Agustín. Diplomada en dirección de orquesta en el Centro Nacional de las Artes de México, obtuvo su maestría en artes con mención en musicología el 2001 en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Ha publicado un libro sobre la obra del compositor arequipeño Roberto Carpio.  Ha sido directora de la Orquesta Sinfónica de Arequipa y ha participado participado como invitada de la Orquesta Sinfónica Nacional.

Pilar Lopera       

Nacida también en Arequipa y licenciada en la especialidad de piano se desempeña regularmente como clavecinista y organista dedicada a la música barroca. Es profesora de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, ha dirigido como invitada la Orquesta Sinfónica Nacional. Actualmente dirige el Coro de Pequeños Cantores San Rafael Arcángel de la Basílica Catedral de Arequipa y la orquesta de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de San Agustín.  

En el campo de la dirección coral Rosa Alarco, Elsa Ramírez Guerrero, Dora Sánchez Málaga y Leslie Castro, directoras de los primeros coros de colegios nacionales de mujeres; Luchi Gomzáles, ex directora del Coro de AeroPerú y  colaboradora de la Asociación  Prolírica de Luis Alva, , Doris Rentería, Marina Lobatón Claudia Rheineck y Mónica Canales, directoras de coros de niños, entre otras.

Alejandra Lopera            

Hermana de la anterior, es una destacada flautista con estudios de especialización en los Estados Unidos y Europa que se dedicada a la interpretación de la música barroca y contemporánea. Dirige un conjunto de música antigua en Arequipa y anualmente participa en festivales y ofrece recitales con flauta dulce en nuestra capital y en el extranjero. Compositora y musicógrafa, realiza investigaciones sobre su especialidad y ejerce la docencia en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.

Isabel Salas Rivera     

Realizó sus estudios de dirección coral y educación musical en el Conservatorio Nacional de Música, institución en la que se desempeñó como directora del coro de niños entre los años 1989 y 1994. En 1996 se le encomendó la conducción del Coro Femenino de la Pontificia Universidad Católica del Perú gracias al trabajo realizado en el taller que dirigió la maestra cubana Digna Guerra.
Ha realizado seis producciones discográficas y ha participado con su coro en festivales corales en Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia y Méjico.  
En el campo de la interpretación, destaca también un importante número de pianistas. La pianista y profesora limeña Lily Rosay (1898-1968) fue maestra de toda una generación de pianistas peruanos, la primera con carrera profesional en nuestro medio y en el extranjero, conformada por Sonia Vargas y Lola Odiaga, residentes en Estados Unidos desde hace muchos años, Anilú Romero del Valle y Lupe Parrondo, residentes en México, Consuelo Leví, también compositora), Liliana Cino, Marcela Mazzini, Elsa De Rojas Guedes y Carmen Escobedo, actual directora del Conservatorio Nacional de Música, entre otras.

Con su esposo, el compositor de origen belga Andrés Sas, Lily Rosay realizó una importante labor de difusión, estrenando en Lima obras de compositores franceses del siglo XX. Estrenos importantes también lo hizo Elsa Leidinger, alumna de la profesora María Ureta del Solar en el Conservatorio Nacional de Música. Por su parte, la profesora Rosa América Silva, alumna de Carlos Sánchez Málaga en el Instituto Musical Bach, fue la más importante y tenaz difusora de la música para piano de los compositores peruanos. Se desempeñó, además, como profesora del Conservatorio Nacional de Música. Tarea similar, en la misma institución, cumplió la recordada maestra Luisa Negri, nacida en Chile pero formada en el Perú. Luisa Negri fue profesora de un grupo de pianistas entre las que destacan Myriam Ávalos, Alicia Arce, Mónica Cárdenas y Marvi Manrique, las cuatro con carreras  destacadas en el exterior; también fue su alumna la maestra Lydia Hung Wong, profesora de piano, clavecinista, ex directora de Conservatorio Nacional de Música en el período 2002-2006, y actualmente directora del Conjunto de Música Antigua de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 

Otras distinguidas profesoras de piano en el Conservatorio Nacional de Música fueron  las maestras Inés Pauta, María Ureta del Solar, antes mencionada, Mercedes Padrosa, brillante pianista española que radicó en el Perú; Marina Vantosse, Augusta Palacio  y Elena Ichikawa.
Mención especial merece la desaparecida maestra Teresa Quezada que inició sus estudios a los tres años de edad con su madre. A los once años, se presentó por primera vez como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional interpretando el Concierto Nº 1 de Beethoven. Por indicación de Arthur Rubinstein, se presentó al concurso de admisión del Curtis Institut of Music de Filadelfia, siguiendo allí estudios durante siete años bajo la dirección de la célebre profesora Isabelle Vengarova y de Rydolf Serkin. En los Estados Unidos, se presentó como solista con la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, bajo la dirección de Eugene Ormandy.

Con la Orquesta Sinfónica Nacional se presentó bajo la dirección de Theo Buchwald, Armando Sánchez Málaga, Sergiu Celibidache (Rumanía), Luis Herrera de la Fuente (México), Stalisnav Skrowazewsky (Polonia) y Carmen Moral.
 
Ofreció recitales en las principales ciudades de Latinoamérica y de los Estados Unidos. Se ha presentado como solista con las orquestas sinfónicas de México, Buenos Aires, New Haven, Santiago de Chile, y bajo la dirección de destacados directores como Juan José Castro (Argentina), Carlos Chávez (México) y Hermann Scherchen (Alemania), interpretando conciertos de autores como Beethoven, Brahms, Chaikowski, Schumann, Grieg y Juan Orrego Salas (Chile), entre otros.

Ejerció la docencia en el Conservatorio Nacional de Música y ha participado en importantes jurados como el del concurso “Teresa Carreño” de Venezuela.

Igualmente Anilú Romero del Valle ganadora a los diez años del concurso convocado por la Orquesta Sinfónica Nacional con motivo del décimo aniversario de su fundación interpretando el concierto para piano de Schumann bajo la dirección de Theo Buchwald.[4]

Antes de radicarse en México tocó en varias oportunidades bajo la dirección de los maestros Luis Herrera de la Fuente y Armando Sánchez Málaga. De regreso al Perú, actualmente se dedica a la docencia particular y la ejerce en el Conservatorio Nacional de Música.

Resaltan también las cantantes líricas peruanas:

Rosa Merino

Cantatriz limeña nacida a fines del siglo XVIII y fallecida en 1868. Merino se inició como tonadillera para luego convertirse en una destacada cantante de ópera. Antes tuvo el privilegio de estrenar la Marcha Nacional de José Bernardo Alcedo, convertida luego en el Himno Nacional del Perú.

Margarita de Álvarez 

Desconocida en el Perú, Margarita de Álvarez, probablemente nacida en el Cuzco, fue una figura internacional con trayectoria en Europa. Carlos Raygada[5], en su Guía musical del Perú, cita lo afirmado Rupert Hughes en el Music Lovers Encyclopedia: “Contralto; de antepasados peruanos y franceses, hija de un noble y diplomático, estudió en el Conservatorio de Bruselas, ganando los primeros premios en canto y declamación y también el Premio de la Reina. Nombrada Cantante de la Corte del Rey de los Belgas, estudió ópera en Milán y se estrenó en Rouen, presentándose, con gran éxito también en La Scala. Debut en América en la Manhattan Opera Co.,1909; con la Chicago Opera”.

Señala después su debut en la Sala Gaveau de París y la notable presentación de Ottone de Händel; y, entre otras las canciones españolas de Falla y Pedrell. Margarita de Álvarez tuvo una carrera notable en Europa, recibiendo elogios unánimes de la crítica. Una idea de su versatilidad nos la da los importantes autores que interpretaba: Debussy, Bizet, Richard Strauss, Wolf, Chauson, entre otros. Cantó en los principales teatros europeos y grabó varios discos muy apreciados en su época.

Lucrecia Sarria

Soprano limeña con estudios y exitosas presentaciones en Italia. En Lima, participó en temporadas de ópera organizadas por el maestro italiano Tino Cremagnani y actuó en diferentes oportunidades como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional.

Destacada maestra en el Conservatorio Nacional de Música, tuvo entre sus alumnas a la soprano Betty Montoya, también profesora de la misma institución. Lucrecia Sarria recibió las Palmas Magisteriales como reconocimiento a  su  labor docente.

Otras cantantes peruanas destacadas fueron  Leonor Arenas Coello; la mezzosoprano Nelly Suarez, dedicada al lied, al oratorio y a la enseñanza. La maestra Suarez ha  sido directora del Conservatorio Nacional de Música en el período 1993-1998. Destacaron también Natalia Garland, Gloria Colmenares, Margarita Ludeña, importante intérprete de  obras de los compositores peruanos, Alicia Ornano, Juanita Porras, Teresa Guedes, Zoila Muñoz, Cecilia Ángel, Margarita Ponce (contralto), Martha Flores, Lucila Ego Aguirre, Jacqueline Terry y Josefina Brivio, entre otras.   

Desde hace más de treinta años Martha Mifflin, directora de la Radio Filarmonía  cumple un papel importante en el campo de la difusión musical a través de una serie de programas diarios dedicados a lo más diversos géneros de la música clásica universal, tradicional y popular en el que destaca la sección de música de los compositores  e intérpretes peruanos.  

Hoy el mundo musical puede mostrar un número importante de mujeres dedicadas profesionalmente a la música. Cantantes, pianistas, violinistas, cellistas, flautistas, guitarristas, arpistas, directoras de orquesta, directoras de coro y compositoras. Es frecuente también ahora encontrar en las orquestas mujeres cornistas, oboístas,  clarinetistas y hasta contrabajistas. Ya no nos llama la atención como no lo hacen hoy las médicas, ingenieras, presidentas de la República, políticas, ministras, alcaldesas, conductoras de tractores y taxistas, entre otras profesiones antes insólitas para nuestras abuelas.

Es cierto que en el campo de la composición el número de mujeres dedicadas a la actividad creadora en relación a los hombres es muy pequeña. En cambio, el número de mujeres que hoy se dedica a la interpretación como cantantes e instrumentistas es elevado. Esto lo podemos constatar, en el Perú, en el caso de las pianistas desde la primera generación sobresaliente formada en la Academia Sas-Rosay antes mencionada. Igualmente a las que egresaron de la Academia Nacional de Música Alzedo y luego las  generaciones surgidas en los últimos años del Conservatorio Nacional de Música.

Lo mismo podemos apreciar en el caso de las cantantes, tanto en el género operático, como en el del lied y la música popular. Es un número significativo también el de las mujeres que se dedican a la educación musical, a la dirección orquestal y coral.

Esperemos que, rompiendo la idea de que la labor creadora está reservada mayormente al hombre, y como lo vemos  en las artes plásticas y recientemente en el cine, más mujeres se animen a incursionar también en la composición musical.

Bibliografía

Barbacci, Rodolfo (setiembre, 1939). La inferioridad mental de la mujer y su reflejo en la actividad musical. Revista Musical Peruana, nro. 9. Setiembre, 1.

Chissell, Joan (1983). Clara Schumann: un espíritu dedicado. Londres: Hamish Hamilton.

Lucas, Licia y Marne Serrano Caldera (2010). A Genealogia do Piano. Edicoes Muiraquita. Niteroi. Rio de Janeiro.

Sachs, Curt (1927). La música en la Antigüedad. Ed. Labor. S.A. Barcelona, Bs. Aires.

Scholes, Percy A. Diccionario Oxford de la Música. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, Novena edición, 1964.

von Bingen, Hildegard (2003). In  Portrait. DVD. Editado por: BBC, Opus Arte.

Wieck de Schumann, Clara (1785-1873). Pianist, Pedagogue, Composer, Legend. Diane M. Selmon, Queensland Griffith University.

_____ (1992). Diccionario de la música española e hispanoamericana. Madrid: Ministerio de Cultura de España. Biblioteca Quinto Centenario.

Revista ARS dedicada a Schumann. Nº 73. Buenos Aires, 1956.
Revista ARS dedicada a Mendelssohn. Nº 98. Buenos Aires, 1964.

Diversas ediciones del Diario “El Comercio”.

El autor:

Armando Sánchez Málaga realizó sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Música, en la Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile y en la Hochshule für Musik de Munich (Alemania). Se especializó en dirección de orquesta con los maestros Theodor Fuchs en Chile, Gotthold E. Lessing en Alemania e Igor Markevitch en los cursos internacionales de España y Mónaco, en los que obtuvo mención especial.

Ha sido director de la Orquesta de Cámara y profesor del Conservatorio de la Universidad de Concepción (Chile); director del Coro Nacional, director auxiliar y luego director titular en tres oportunidades de la Orquesta Sinfónica Nacional. Ha dirigido diversas orquestas en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Estados Unidos, Guatemala y El Salvador.

Es profesor emérito del Conservatorio Nacional de Música, institución de la cual ha sido su director. Como compositor obtuvo el premio “4 de julio” otorgado por la Universidad de Texas. Ha sido profesor visitante de la Escuela de Música “Benjamin T. Rome” de la Universidad Católica de Washington. Actualmente es profesor de la Pontificia Universidad Católica; director de su Centro de Estudios, Investigación y Difusión de la Música Latinoamericana; y profesor de la Escuela de Arte de la Facultad de Ciencias y Letras Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El año 2006 la Universidad Nacional Mayor de San Marcos le otorgó el título de Doctor Honoris Causa. El 2013 recibió las Palmas Académicas Magisteriales en el grado de Amauta, y en el 2014 la Medalla Dinthilac otorgada por la Pontificia Universidad Católica del Perú.






[1] CURT SACHS. La música en la Antigüedad. Ed. Labor. S.A. Barcelona, Bs. Aires. 1927.
[2] BARBACCI, Rodolfo. La inferioridad mental de la mujer y su reflejo en la actividad musical. En: Revista Musical Peruana, nro. 9. Lima, septiembre 1939.
[3] Ver más en: http://es.wikipedia.org/wiki/Hildegard_de_Bingen.
[4] Ver video de su participación en el concurso de aniversario de la Orquesta Sinfónica Nacional realizado en 1948 a la edad de 10 años. En: https://www.youtube.com/watch?v=ljFZyFRhwEI
[5] RAYGADA, Carlos. Guía Musical del Perú. En: FENIX. Revista de la Biblioteca Nacional, Nº 12, 13 y 14. Lima, 1956-1957, 1963, 1964.