jueves, 14 de mayo de 2020

Iconografía musical barroca en el Perú

Estimados seguidores: Continuamos con la secuencia de publicaciones de diversos escritos que el maestro Armando Sánchez Málaga redactó en vida. Como señalamos anteriormente, en algunos casos, los textos fueron publicados y, en otros casos, quedaron en pleno proceso de elaboración. Consideramos que se trata de información valiosa y que constituirá una contribución académica de importancia para los interesados. El primer texto que compartimos se titula "Iconografía musical barroca en el Perú". La última revisión que el autor hizo de este texto está registrada el 17 de abril de 2017. El texto ha sido separado en tres partes y hoy se publica la tercera. Únicamente se ha introducido modificaciones de formato para su publicación.


ICONOGRAFÍA MUSICAL BARROCA EN EL PERÚ
Armando Sánchez Málaga (1929-2017)¹


Parte 3

TERCER GRUPO DIVIDIDO EN DOS PARTES

A) LOS DIBUJOS DE FELIPE GUAMÁN POMA DE AYALA

Los 400 dibujos que ilustran el informe al Rey en NUEVA CRÓNICA Y BUEN GOBIERNO, en el que denuncia la situación de los habitantes del Perú bajo el régimen colonial, lo convierten, según el historiador Mendizábal, en el último quellcacamayoc, es decir, dibujante tradicional andino que según el historiador y antropólogo Luis Millones “es un gran juicio de valor sobre lo que el autor puede atestiguar como indígena culto de los Andes (…) en el que los dibujos constituyen un relato paralelo, donde el cronista se expresa, con la comodidad difícil de hallar, cuando penosamente construye el texto escrito”. Guamán Poma nos deja, de paso, valiosa información sobre la música tradicional de los personajes y del hombre común de estas latitudes.
En el dibujo, su acompañante, sin zapatos, toca como ella una tinya seguida aparentemente por todo un séquito de doncellas tocando el mismo instrumento.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

La oncena coya “RAUA OCLLO COYA”, “ hermosa y de buen talle y de mucha cabellera y de buen cuerpo ; (…) fue discreta y de mucha caridad con los pobres, y a los indios les hacía mucha merced (…) tenía mil indios regocijadores, unos danzaban, otros bailaban, otros cantaban, con tambores y músicas, flautas y pingollos; y tenía cantores, harahui, en su casa y fuera de ella, para oír las dichas músicas, y hacían haraui en Uacapunco y el pingollo en Pincollonapata, en Cantoc y el Uiroipata Cingaurrco”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “CAMAI INCAP RAYMI QUILLA FIESTA DEL INCA” Guamán Poma señala que “tenía muy grande fiesta: convidaba a los grandes señores y principales, y a los demás mandones y a los indios pobres y comían y cantaban y danzaban en la plaza pública en esta fiesta cantaba el cantar de los carneros -puca llama- y cantar de los ríos, aquel sonido que hacen estos son natural, propio cantar del Inga, como el carnero canta y dice –vn- muy gran rato con compás y con ello mucho convite y banquete y mucho vino yamur aca”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

También las ACLLA CONAS / (monjas vírgenes del templo del Inca) abadesa, mamacona monjas: yuyas carmi (está recordando) de las que salían “las cantoras y músicas” que con músicos y flautistas le cantaban al inga y a la señora coya.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

“CANCIONES Y MÚSICA” Guamán Poma escribe: 
“araui pincollo uanca / cinca urco (cerro que marca) queancalla / pingollona / pata, cerro, uiroy paccha / colquemacacuay / cantocuna uacapunco / uatanaymayo / canciones y música. Canciones del Inga y de los demás señores del reino y de los indios”.
En el dibujo, dos músicos en lo alto del cerro tocan los pincollos, mientras dos ñustas, abajo, cantan.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “FIESTA DE LOS INGAS”, “el Inga canta con su Puca llama/ uacarpata / fiesta”. Guamán Poma anota: “Canciones y música del Inga y de los demás señores de este reino y de los indios, llamado haraui y uanca, pingollo, quena quena, en la lengua general quichiua, aymara, dice así: Un sino adverso nos separa Coya. Una ilusión de los sentidos nos separa ñusta. ¿Eres tú, mi querida Siclla, flor de Chinchircoma? Así podría llevarte conmigo en mi cabeza, y en el fondo de mi corazón (…) Al recordar esos tus ojos que solían reír pierdo el sentido”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “FIESTAS DE LOS CHINCHAYSUYOS”, advierte que “cantan las doncellas y mozas tañendo su tambor: responde el hombre soplando la cabeza del venado, y luego alternan grupos en coro”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

“FIESTAS DE LOS ANDESUYOS”, Guamán Poma escribe: “Caia Caia uarma auca ( Aquí está la mujer de Auca, Amazona / Curipata Anti (Andes de Curipata). Desde el Cuzco hasta la montaña (selva) y la sierra cantan y danzan uarmi auca Ancauallo, son mucha gente infiel cantan y bailanlos antis y chunchus. Y dice así: Cayaya, cayaya al son de esto cantan y danzan y hablan lo que quieren en su lengua, y responden las mujeres a este son: cayayacaya cayayacaya, y van tocando una flauta que se llama pipo y al son de ello hacen fiesta y bailan asidos las manos unos con otros se huelgan y hacen fiesta y bailan uarmi auca todos los hombres vestidos como mujer con sus flechas dice así el que tañe el tambor (…). Tu mujer guerrera chihuanay: y otros cantan cada uno en su ayllu (…) sus taquies y hayllis y arauis de las mozas y de los mozos pingollos”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “FIESTA DE LOS COLLASUYOS”, anota el cronista: “Hauisca Mallco Capaca Colla / Collapampa / Sanchalli, fiesta. Desde el Cuzco cantan y danzan dice el curaca principal (…) comienzan tocan el tambor y cantan las señoras y doncellas y dice así (una serie de términos quechuas); de esta manera prosigue todo el cantar y fiesta de todo colla cada uno su natural cantar. Cada ayllo tiene sus vocablos, y en ellas cantan y danzan y bailan, que las mozas doncellas dicen sus arauis que ellos les llama uanca y de los mozos quena-quena; de esta manera dicen sus danzas y fiestas cada principal y cada indio pobre en todas las provincias del Collau en sus fiestas grandes o chicas hasta Potosí”. A la derecha un gran tambor suspendido; a la izquierda todos tocando flautas (quena-quena).

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “FIESTA DE LOS CONDESUYOS”, escribe: “aya milla zainata (enmascarados cadavéricos, repugnantes) / Coroponapampa saynata (enmascarados de Coropona, fiesta). Desde el Cuzco hasta Arequipa, hacen fiesta y danzan los saynatas y otros cantantes y músicas dice así: ayamilla saynata saynata, responde el hombre a-a-o a-a-o; dice la mujer: cauquiropimannata (y sigue el díalogo; acabado esto se le da una risa al hombre. Y ansí van cantando, y cada ayllo tiene sus cantares y fiestas señaladas y haylles, y las mozas sus uancas, y los mozos quena-quena en todo Condesuyo; sigue luego una larga y detallada información con nuevos textos, ciudades con fiestas y regocijos, “así los grandes como los ricos y pobres en todo el reino…”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En otra sección aparece “EL ENCOMENDERO”, que con sus mujeres se hace llevar en andas como bultos de santos con procesiones, le reciben con taquies y danzas y saynata, haylle. En el dibujo aparece una mujer tocando la tinya a lado de los cargadores del encomendero.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “LOS MAESTROS DE CORO Y DE ESCUELA DE ESTE REINO TRIBUTARIO”, el cronista escribe: 
“que los dichos maestros han de enseñar los muchachos niños, niñas, mozos y doncellas, en sus casas se les tome lección y le enseñe a leer y a escribir para que sean cristianas y que tengan ojo y ánima para el cielo (…) Que en este reno en los pueblos chicos o grandes ayga escuela y sepan leer y escribir, cantar canto de órgano (1) los dichos niños y niñas, porque así conviene para el servicio de Dios y de su Majestad…”. 
Observen detalles interesantes como el maestro con un libro en la mano izquierda y en la derecha con un chicote de tres ramales azota un niño a poto pelado; el del grupo de alumnos, en el que destaca, al centro, uno con sombrero campesino. 
Es interesante comprobar, como lo señala Geoffrey Baker en Imposing Harmony, la versatilidad de los instrumentistas indígenas para tocar en un contexto tradicional y en otro católico. Así lo vemos en dos de los dibujos de Felipe Guamán Poma de Ayala: 
“LA FIESTA DE LOS COLLASUYOS” y “LOS CANTORES DE LA SANTA IGLESIA”.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga


B) LAS ACUARELAS DE BALTAZAR MARTÍNEZ COMPAÑÓN. 

El obispo de Trujillo, nacido en Navarra España en 1737 y fallecido en Bogotá en 1797, preparó un informe conocido como el CODEX TRUJILLO o CÓDICE MARTINEZ COMPAÑÓN, luego de recorrer parte del norte del Perú entre los años 1782 y 1785. 
Se trata de una obra gigantesca con más de 1400 ilustraciones, de las cuales 36 corresponden a danzas populares y 18 a láminas de partituras de melodías populares, las primeras de su género y de gran valor musicológico recopiladas en Latinoamérica. 
Martínez Compañón fue un acucioso informante de aspectos de la sociedad, personajes, costumbres, flora, fauna y danzas de la región norte del Perú. Para ese enorme trabajo contó con un equipo de colaboradores informantes y acuarelistas aficionados. Destaca por su composición, colorido y sugerente movimiento de los intérpretes. 
En “DANZA DE CARNESTOLENDAS”, aparecen seis músicos-danzarines; cuatro con flautas rectas, uno con guitarra; y un sexto de espaldas probablemente también flautista.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

Es una feliz conjunción de músicos y danzarines tocando sus instrumentos y desplazándose rítmicamente; detalle importante para esa impresión es la posición de espalda del danzante de la primera fila. 
En “NEGROS TOCANDO MARIMBA Y BAILANDO” observamos las piernas en movimiento de los dos percusionistas danzarines (tocando la misma especie de marimba) y en las manos de dos de las danzarinas dos instrumentos de percusión pequeños y con seguridad cantando.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “DANZA DE LOS DIABLOS”, estos tocan la guitarra, la quijada de burro y una caja; a lo que probablemente se agregaban los chasquidos de los látigos.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En la “DANZA DEL CHIMU”, de origen mochica y de probable carácter procesional, observamos a dos músicos con el arpa indígena sostenida en alto y la guitarra acompañando a dos danzarines.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En la “DANZA DE PALLAS” nuevamente aparece el arpa en alto y la guitarra acompañando a seis bailarinas con amplias polleras, faldas de colorido diferente y los dos músicos con los pies desnudos.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “DANZA DEL CABALLITO”, un solo músico toca una flauta y el tambor, como es usual aun hoy en la música popular andina Dos caballeros, muy compuestos, esgrimen sendas espadas en alto.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En LA DANZA DE PÁJAROS el músico toca la tinya y una trompeta pequeña de madera, acompañando a los cuatro bailarines con pájaros en la cabeza, sus vestimenta imitando a loa pájaros y unos adornos en las manos que podrían ser especies de cascabeles.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

También en la “DANZA DE LOS CONEJOS” igual el músico y el disfraz de conejos.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En “Danza de los indios de la montaña” (selva), vemos dos pequeños tambores, una antara, una flauta y una especie de cornetín. Aparece un conjunto coreográfico en el que portan un pájaro en lo alto de una asta floreada.

Iconografía musical, Armando Sánchez Málaga

En el conjunto de obras pictóricas que acabamos de examinar, hay una presencia de músicos e instrumentos musicales tanto de la música religiosa barroca de origen europeo y religioso como de las expresiones locales de la música tradicional y popular de los siglos XVI al XVIII.
Hemos visto desfilar a santos, ángeles y demonios, tañendo órganos, arpas, violas da braccio y da gamba, violines, laúdes, guitarras, charangos, flautas rectas y traversas, así como pingollos y quenas, cornetas y trompetas, xilofones, tinyas, tambores y quijadas de burro. Personajes variados de niños, monjas, mujeres y hombres, blancos, mestizos, negros e indios cantando y bailando. Todas obras de nuestros artistas, blancos, indios y mestizos. Todo un pequeño universo de personajes elevándose a los dioses y acercándose a los hombres.


¹ La última revisión que el autor hizo de este texto está registrada el 17 de abril de 2017. El texto ha sido separado en tres partes, respetando el contenido original. Únicamente se ha introducido modificaciones de formato para su publicación.

viernes, 27 de marzo de 2020

Iconografía musical barroca en el Perú

Estimados seguidores: Continuamos con la secuencia de publicaciones de diversos escritos que el maestro Armando Sánchez Málaga redactó en vida. Como señalamos anteriormente, en algunos casos, los textos fueron publicados y, en otros casos, quedaron en pleno proceso de elaboración. Consideramos que se trata de información valiosa y que constituirá una contribución académica de importancia para los interesados. El primer texto que compartimos se titula "Iconografía musical barroca en el Perú". La última revisión que el autor hizo de este texto está registrada el 17 de abril de 2017. El texto ha sido separado en tres partes y hoy se publica la segunda. Únicamente se ha introducido modificaciones de formato para su publicación.

ICONOGRAFÍA MUSICAL BARROCA EN EL PERÚ

Armando Sánchez Málaga (1929-2017)1


Parte 2


SEGUNDO GRUPO   con características originales locales



“PUERTA DEL RETABLO DEL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE ANDAHUAYLILLAS (CUZCO).



Esta   bell pintura   está   repartida   en   los   dos bastidores de la puerta del retablo que cerrados ocultan los tubos del instrumento.

Al lado izquierdo, dos ángeles músicos tañen, uno un laúd, el otro una viola baja da gamba; a los pies, un ángel pequeño tamborilea, atrás otro, podría ser percusionista también. En la hoja derecha, dos ángeles tañen, uno el arpa, el otro una viola da braccio; igual que a la izquierda dos pequeños, uno con una pequeña guitarra, el otro con una flauta recta.


El historiador Pablo Macera opina que la pintura probablemente proviene  del  taller  de  Bernardo Bitti.



RETABLO DE UN ÓRGANO CUZQUEÑO”


Proveniente de una colección particular aparece a la izquierda la figura de David tocando el arpa y, a la derecha, Santa Cecilia tocando el órgano.



                                        “EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO


Pintura limeña de autor   anónimo, se celebra con un festín campestre en las afueras de una casa  de arquitectura andina y floresta europea amenizado con un arpa  como es costumbre aun hoy en ciertas fiestas populares. El arpista solista está vestido de gala  con capa dorada  y  elegante sombrero. A  su lado, lo acompaña un ave. En la mesa, sentado el hijo al centro de sus padres. La madre lo atiende solícitamente, mientras se acerca un sirviente indígena trayendo una fuente con alimentos.
En este cuadro encontramos tres escenas y varios
elementos locales: la arquitectura de la casa campestre, el arpa andina y el sirviente; frente al follaje de los árboles y las aves de elegantes y brillantes plumajes, propias de un paisaje europeo.
A la izquierda al fondo una pareja; ella con falda larga.


Podemos considerarlo una  muestra de estilo mestizo.



El MILAGRO DE LA VIRGEN DE CAIMA


Obra de la Escuela de Pintura Arequipeña del siglo XVIII que se encuentra en el Santuario del pueblo de Caima, hoy un distrito incorporado a la ciudad de Arequipa.


Es una pintura votiva que representa la salvación milagrosa por la Virgen de un trabajador indígena que caía de la cúpula en construcción de la iglesia situada en la plaza principal del pueblo.


El historiador Ernesto Sarmiento señala que en los santuarios más importantes del Pe Virreinal era frecuente adornar los muros con lienzos que recordasen algún hecho milagroso de la imagen venerada en ellos. El milagro de la Virgen de Cayma se describe así en un medallón en la parte baja con la indicación del año 1712: Desde lo más alto de la media  naranja  de  la  Yglesia  de  Caima  se desbarrancó un Indio con un  Sillar a cuestas (piedra volcánica porosa de color blanco) sobre un promontorio de piedras. Invocaron todos cuantos se hallaron   presente  esta   Soberana   y   piadosa Reyna. I cuando pensaron se hubiese hecho mil pedazos, le levantó bueno y sano”.

Al costado del medallón, están tres músicos. Uno vestido con capote y sombrero toca una trompeta. El segundo, al centro, es un muchacho con su perro y una pequeña trompeta de madera. El tercero, un indígena semi descalzo tocando una tinya (tambor andino). Este cuadro es también un ejemplo representativo   de   la   expresión   mestiza   en   el barroco religioso peruano.



SIRENAS CON CHARANGOS


Obra del siglo XVII que se encuentra en la Iglesia San Miguel de Pomata, Puno. En el frontis de esta Iglesia del distrito de Chucuito aparecen dos sirenas con charango labradas en piedra a los costados de un nicho vacío.

Siguiendo la ley de la simetría, la de la izquierda rasga las cuerdas de manera usual con la mano derecha, mientras que la de la izquierda lo hace al revés, para lograr una composición equilibrada. Su autor es probablemente un artista indígena.


“ÁNGEL PARA CONSOLAR A SAN FRANCISCO ENFERMO”


Obra del taller del cuzqueño Basilio de Santa Cruz, ubicado en el Museo de San Francisco en Santiago de Chile.

Concluye este segundo grupo con LA MUERTE


Obra del año 1739 de autor anónimo, que se encuentra en la Iglesia Caquiaviri de La Paz.
"Y en cada iglesia ayga un juicio pintado. Allí muestre la venida del señor al juicio, el cielo y el mundo y las penas del infierno", escribe Guamán Poma de Ayala, quien no nos da –escribe Teresa Gisbert- su versión gráfica del Juicio pero si la del  Infierno, con la boca de Leviatán como tema principal, respondiendo  así  a  la iconografía medieval que pervive en las  iglesias de indios hasta el siglo XVIII.

1 La última revisión que el autor hizo deste texto está registrada el 17 de abril de 2017. El texto ha sidseparado en tres partes, respetando el contenido original. Únicamente sha introducido modificacionede formato para su publicación.