LA MUJER EN LA MÚSICA
Por Armando Sánchez Málaga
En la Antigüedad
Era usual que la mujer practicara la música
cantando o tañendo algún instrumento de cuerdas o de percusión acompañando sus
danzas en festividades palaciegas. En algunos pueblos como en Siria integraban
orquestas de esclavas que eran exportadas a otros países como Egipto. En ese
país también eran comunes los grupos de danzarinas esclavas que se acompañaban
con panderetas y otros instrumentos de percusión. En cambio, no existía la
costumbre de que los hombres aprendieran música porque, según Sículo, se la
juzgaba un arte inútil y hasta perjudicial, pues afeminaba a los hombres.
En Palestina eran las mujeres las propagadoras
principales de la música. Cantaban y danzaban pulsando sus instrumentos cuando
los hombres regresaban victoriosos de la guerra. Es Miriam, hermana de Aarón,
quien frente al coro de mujeres responde al canto de alabanza de Moisés: “Yo
deseo cantar al Señor porque Él nos ha hecho poderosos”. Pero también los
hombres danzaban y cantaban para expresar su júbilo y su dolor “con la voz, las
manos y todos los músculos del cuerpo” (Sachs)[1].
Hay noticias de que en Babilonia existían
grandes conjuntos de mujeres instrumentistas y cantantes. En un relieve se aprecia
uno con más de ciento cincuenta integrantes a disposición de un noble
babilonio. También en el harem griego se seguía la costumbre asiática de contar
con cantantes e instrumentistas
esclavas.
En Occidente
En cambio en Occidente, a partir de la Edad
Media, la mujer estuvo excluida de la
práctica musical. El canto llano lo practicaban los monjes en los conventos.
Las canciones seculares las creaban y ejecutaban los juglares. El papa
Inocencio IX en 1686 declaró que “que ninguna mujer con ningún pretexto debe
aprender música o tocar algún instrumento porque se distraen de las funciones y
otras ocupaciones que le corresponden”. Esta disposición fue reiterada por el
papa Clemente XI en 1703.
Solo a partir del desarrollo operático, a
partir del siglo XVI, mujeres cantantes demostraron sus capacidades artísticas,
aunque algunas veces sus roles fueron asumidos por hombres. Sin embargo,
todavía en el siglo XX encontramos obsoletas opiniones como que “la
inferioridad física, mental y moral de la mujer es un hecho que no puede ni
siquiera discutirse” (…) “que es un error afirmar que la inferioridad mental de
la mujer se debe a las condiciones
sociales que le impidieron o que por lo menos dificultaron la instrucción” y
que “queda demostrada (por razones numéricas) rotundamente la inferioridad
musical de la mujer en la música”[2].
La vida musical actual demuestra hoy lo
contrario. Cada vez el número de mujeres dedicadas a la práctica musical
aumenta, en parte debido a las conquistas que han logrado en el plano social,
cultural y económico.
En la Edad Media
Mirando hacia atrás podemos encontrar
notables precursoras desde la Edad Media
como lo fue Hildegard von Bingen (1098-1179)[3],
monja alemana que llegó a ser abadesa en
el monasterio de Rupertsberg, y personaje
que se anticipa a la concepción humanista del Renacimiento por su
versatilidad intelectual que demostró como filósofa mística, médica, escritora,
compositora de notable talento y oficio que dejó alrededor de 160 composiciones litúrgicas
monódicas “en honor de Dios y de los santos”
de las cuales su obra magistral fue la pieza dramática Ordo Virtutum.
Otro personaje interesante fue Francesca
Caccini (1587-1641) “la Monteverdi de Florencia”, la primera mujer que
compuso una ópera, además de obras vocales religiosas, seculares y piezas
instrumentales.
En el Barroco
En el barroco, destaca Anna Magdalena Wilcker (1701-1760), segunda esposa de Johann
Sebastian Bach (1685-1750), clavecinista y notable soprano. Trabajó como tal
profesionalmente en la capilla de Zerbst y en Kötchen, donde conoció a su
famoso esposo, de quien fue su colaboradora. Era usual entonces que las damas
en la corte se ejercitaran en la interpretación de instrumentos de teclado como
la espineta o el virginal.
En la Época Clásica
Durante la época clásica, segunda mitad del
siglo XVIII, esa práctica se extendió a las salas de conciertos y ambientes
públicos. Un personaje notable fue María Teresa von Paridis (1759-1824),
pianista y compositora ciega. Contemporánea y amiga de Mozart, incursionó en el género operático, la
cantata, las canciones y la música de cámara. Como pianista realizó exitosas
presentaciones en diferentes ciudades europeas.
En el Romanticismo
En el período romántico, siglo XIX, destacó la
figura de Clara Wieck (1819-1896), excelente pianista y compositora alemana,
esposa de Robert Schumann. Escribió un buen número de canciones, piezas para
piano, un concierto para piano y música de cámara. Cuidó la revisión de las
obras completas de su esposo. Destaca también en este periodo la figura de Fanny Mendelssohn (1805-1847), pianista
y compositora, hermana del compositor alemán Felix Mendelssohn.
En la misma época, resalta Ethel Smith (1858-1944), compositora y ferviente militante
feminista inglesa. A pesar de la oposición de su padre estudió en el
Conservatorio de Leipzig (Alemania) Compuso varias óperas. De sus obras, se
recuerda especialmente La marcha de la mujer dedicada al movimiento sufragista, que habría
dirigido desde la prisión con su cepillo de dientes como batuta.
En el Post-romanticismo y siglo XX
A inicios del siglo XX, destaca la figura de Alma Schindler (1879-1964), pianista y compositora conocida como Alma
Mahler, esposa del compositor vienés Gustav Mahler y obligada por éste a dejar
la composición, que retomó en 1910 luego de la muerte de su hija. Al enviudar,
sus posteriores parejas, entre ellos el famoso pintor Oskar Kokoschka, el
arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel, se opusieron también a
que compusiera. De su obra sólo quedaron 16 lieder
de singular belleza.
Las famosas hermanas francesas Nadia y Lili Boulanger, hijas de
Ernest, profesor del Conservatorio de París y nietas de la cantante Juliette
Boulanger, tienen un lugar importante en la historia de la música del siglo XX.
Nadia (1887-1979), además de compositora y como
tal ganadora del segundo Prix de Roma a los veintiún años, fue la
primera directora de orquesta de la historia, que además tuvo la oportunidad de
presentarse con las famosas orquestas Filarmónica Real de Londres, la Orquesta
Sinfónica de Boston y la Orquesta Filarmónica de Nueva York; maestra de toda
una generación de compositores europeos y americanos, incluidos algunos
latinoamericanos; y musicóloga e intérprete de la música de Claudio Monteverdi
, creador de las primeras óperas de la historia y autor de la más célebre
colección de madrigales.
Su hermana Lili (1893-1918), talentosísima compositora y alumna de Fauré, fue la
primera mujer ganadora del Prix de Roma, a
la misma edad que su hermana, y desaparecida a los 25 años, razón por la cual
su hermana Nadia dejó de componer. Entre
sus obras, que gozan cada vez de mayor estima, figuran la cantata Faust
et Héléne, canciones, piezas para piano, obras de cámara y piezas para coro.
Germaine
Tailleferre (1892-1983),
compositora francesa que cambió su nombre original Marcelle Taillefesse debido
a la oposición de su padre a que fuera música, perteneció al Grupo de los seis junto con Francis
Poulenc (1899-1963), Georges Auric (1899-1963), Arthur Honegger (1892- 1955),
Darius Milhaud (1892-1974) y Luis Durey (1888-1979).
En América Latina y el Perú
Sin duda figura femenina trascendente de la
música en América Latina fue la venezolana Teresa
Carreño (1853-1917), quien debutó como compositora y pianista a la edad de
nueve años en Caracas, su ciudad natal. Su carrera internacional se inició en. los
Estados Unidos presentándose como solista de la Orquesta Sinfónica de Boston..
En Europa, hizo giras en las principales ciudades de Alemania, España, Francia
e Italia. También se presentó en África y Australia con
gran suceso.
Su catálogo de obras comprende valses, nocturnos, mazurcas y baladas para
piano, géneros característicos del repertorio romántico de salón del siglo XIX
en Latinoamérica. En su memoria, Venezuela instituyó el concurso internacional
para piano que lleva su nombre y se lo
puso también al gran Teatro de Caracas.
Entre las pianistas latinoamericanas que
destacaron en el plano internacional durante el siglo XX debemos mencionar en
primer lugar a la chilena Rosita Renard (1894-1949).
Inicialmente alumna del profesor arequipeño
Roberto Duncker Lavalle en el Conservatorio Nacional de Música de Santiago de
Chile, se perfeccionó en Alemania con Martin Krause, discípulo de Liszt. Luego
de obtener el Premio Liszt inició una carrera internacional exitosa en Europa
que luego desarrolló en los Estados Unidos y Latinoamérica. En Argentina,
destacó Lía Cimaglia Espinosa (1906-1998),
que incursionó en la composición, y Martha
Argerich de renombre internacional premiada en Bolzano y Génova en 1957 y
Primer Premio en el Concurso Chopin en Varsovia en 1965. En Uruguay, Nybia Mariño (Montevideo 1920); Blanca Uribe en Colombia con estudios de perfeccionamiento
en Viena y Nueva York, diversos premios en concursos internacionales en Europa
y presentaciones en sus centros musicales más importantes.
En el Perú, a lo largo del siglo XX, varias
mujeres han desempeñado roles protagónicas en los campos de la composición e
interpretación musical. Como compositoras más representativas tenemos a Rosa
Mercedes Ayarza de Morales, Rosa Alarco, Chabuca Granda, Alicia Maguiña y Rosa
Elena Vásquez.
Rosa Mercedes Ayarza de Morales (1881-1969)
Fue
precoz pianista y compositora nacida en Lima el 08 de julio de 1881. Desde
temprana edad, se presentó como pianista, cantante y directora de coros. A los
siete años recibió sus primeras clases de piano y a los veinte el maestro
italiano Claudio Rebagliati le dio algunas clases de canto. Como solista con la
orquesta de la Sociedad Filarmónica se presentó en 1909 tocando el concierto de
Mendelssohn.
Luego
de ejercer la docencia por dos décadas, se inició en la composición. Así
surgieron los famosos Antiguos pregones
limeños y Estampas criollas, verdaderas
reelaboraciones del repertorio popular
como tristes, festejos, marineras, tonderos, resbalosas y pregones. En el campo
de la creación original, escribió piezas para coro, piano, lieder, himnos y canciones religiosas y seculares. La
extensa obra de doña Mercedes Ayarza de Morales
alcanza casi un centenar, muchas de ellas todavía inéditas.
Rosa Alarco (1911- 1980)
Compositora, directora de coro e investigadora
nacida en Lima en 1911. Realizó estudios
particulares de piano y guitarra, para luego seguir cursos teóricos con Andrés
Sas en la Academia Sas-Rosay. Al
fundarse el Conservatorio Nacional de Música ingresó a la clase de composición
de Rodolfo Holzmann.
Su actividad principal la desarrolló en el
campo coral dirigiendo primero el coro del colegio Rosa de Santa María y el de
G.U.E Mercedes Cabello. Luego dirigió el Coro de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos. Para esos conjuntos, realizó arreglos de música popular que hoy
forman parte importante del repertorio coral peruano como el triste con fuga de
tondero Amor Ladrón, Lámpara maravillosa,
la Jarra de Oro, A la Molina no voy mas, Los cuatro so, entre muchos otros.
En
el campo de la música de cámara, compuso durante sus estudios en el
Conservatorio Trío para clarinete, viola
y cello y la Pequeña suite. Posteriormente, compuso Canto a Túpac Amaru y Palabras
de guerrillero con texto de Javier Heraud.
Dejó
algunas investigaciones como Los negritos de Huánuco y Alfonso de Silva, biografía del
compositor peruano de la segunda generación, por la que obtuvo el Premio de
Musicología Casa de las Américas de la Habana, Cuba.
Chabuca Granda (1920-1983)
Compositora
de canciones populares de amplia difusión y aprecio, nació en Apurímac el 03 de
septiembre de 1920 y falleció en Miami el 08 de
marzo de 1983. Su renombre internacional se inició con el vals La flor de la canela compuesto en los
años cincuenta, al cual siguieron canciones como José Antonio, Fina estampa y María Landó (con texto de
César Calvo).
Chabuca
Granda abordó también otros géneros como el tondero (Tondero para Luis Pardo), canciones con ritmos negroides que
pertenecen a su denominado ciclo negro (El
surco, Me he de guardar, Coplas a Fray Martín) y el ciclo dedicado al poeta
peruano Javier Heraud, de alto valor literario y contenido social.
En
enero de 2017 el Ministerio de Cultura declaró su obra Patrimonio Cultural de
la Nación “por su gran valor simbólico dentro del imaginario nacional cuyo
aporte a la música criolla abrió muevas sendas en la música popular peruana”.
En
su homenaje también se editó recientemente un CD con doce de sus canciones más
representativas interpretadas por figuras internacionales como Rubén Blades y
Joaquín Sabina.
Alicia Maguiña (1938)
Compositora
de canciones populares e intérprete del repertorio costeño y andino. Realizó
estudios de piano, canto y guitarra. Entre sus más difundidas canciones figuran
los vales Inocente amor y Viva el Perú y sereno, los huaynos Serrana y Perla andina, los tonderos Apañadora
e Ica mañana me voy, además de
mulizas y canciones infantiles. Ha desarrollado una intensa actividad artística
en escenarios del país y del extranjero. Ha grabado numerosos discos y obtenido
diferentes premios y distinciones.
Rosa Elena Vásquez (1950- 2016)
Compositora
y musicóloga con estudios en el
Conservatorio Carlos Valderrama de Trujillo y en el Conservatorio Nacional de
Música. Se graduó de musicóloga en Venezuela. En 1979 ganó el premio de
musicología “Casa de las Américas” de La Habana, Cuba, por su trabajo titulado
“La práctica musical de la población negra en el Perú”. Ha realizado diversos
estudios sobre la música y la danza en el Perú. Ha compuesto obras para niños y
realizado diversos arreglos corales. Ha participado en diferentes congresos,
conferencias y ofreció recitales en diversos países latinoamericanos y en
Alemania, España, Suecia y Suiza. Ejerció la docencia y se desempeñó como
directora del Centro de Música y Danza de la Pontificia Universidad Católica
del Perú (CEMDUC).
Por
otro lado, en el campo de la música popular, el Perú ha tenido un número
importante de cantantes como María Jesús Vásquez, Zoila Augusta Emperatriz Chávarri “Ima Sumac”, Luz Bedoya “Suray Surita”, Rosa Ascoy “La Limeñita”,
Yolanda Vigil “La Peruana”, Lucy Smith, Lucha Reyes, Eloísa Angulo, Lucila
Campos y Edith Barr. Actualmente destacan Eva Ayllón, Elsa Palao, Victoria Villalobos Tania Libertad y Susana Baca, estas dos últimas con actividad
y prestigio internacional. Susana Baca fue la primera Ministra de Cultura
durante el gobierno del presidente Ollanta Humala. y Tania Libertad, residente
en México, es una figura de amplio prestigio internacional.
En
el campo de la dirección orquestal, también han destacado músicas peruanas como
Carmen Moral, Carlota Mestanza, Mina Maggiolo, Zoila Elena Vega Zalvatierra y
Pilar Lopera.
Carmen Moral
Nacida
en Lima, Carmen Moral ha sido la primera mujer en convertirse en titular de una
orquesta sinfónica nacional. Sus principales maestros de dirección fueron Ionel
Perla y Lazlo Halasz. Ha sido directora de la Orquesta Sinfónica Nacional del
Perú, de la Orquesta Filarmónica de Bogotá (Colombia), de la Orquesta de Cámara
de mujeres de Viena (Austria), de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Mimar
Sinan de Estambul (Turquía) y durante seis años ocupó la plaza de primera
directora de la Ópera Estatal de Estambul.
Posee
los grados de Master por el Manhattan School of Music y por la Universidad de
Columbia (Nueva York), así como un Master y un DEAS de la Universidad Sorbonne
de París.
Como
invitada ha dirigido orquestas diversos países de América y Europa. Carmen
Moral es directora emérita de la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú y Gran Oficial de la Orden al Mérito Ciudad
de Bogotá. El año 2006, el Instituto Nacional de Cultura de Perú le concedió la
Medalla de la Cultura Peruana y el año 2010 la Universidad Femenina del Sagrado
Corazón le otorgó el grado de Doctora Honoris Causa.
Actualmente es profesora de dirección de
orquesta en el Berklee College of Music de Boston (USA).
Carlota Mestanza
Inició sus estudios de piano en el
Conservatorio Nacional de Música. Luego siguió los de composición con los
maestros Enrique Iturriaga y Edgar Valcárcel. En 1977, viajó a Italia para
seguir sus estudios en el Conservatorio Naziionale di Santa Cecilia de Roma,
siguiendo cursos de pedagogía musical,
dirección coral y composición.
En Nueva York prosiguió sus estudios en el Mannes College of Music y en la Juliard School of Music. Finalmente,
estudió dirección de orquesta con los maestros
Vincentt la Selva y Vladimir Kin.
Entre 1985 y 1988, fue directora titular de la
Orquesta Sinfónica de Trujillo. Ha sido también directora de la Orquesta
Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música y ha dirigido invitada la
Orquesta Filarmónica de Lima, la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, las
orquestas de Quito y Guayaquil (Ecuador) y la Orquesta Sinfónica Juvenil de Sao Paulo (Brasil).
Mina Maggiolo
Nacida
en Lima, estudió guitarra y dirección coral en el Conservatorio Nacional de
Música. En 1977 obtuvo el grado de bachiller en la especialidad de arte y acaba
de culminar sus estudios de maestría en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Siguió
estudios de dirección orquestal con el maestro José Carlos Santos durante siete
años. En 1995, asistió al curso de perfeccionamiento en dirección orquestal dictado
por el maestro Miung Whun Chung. en la Academia Chigiana en Siena (Italia).
Desde 1992 y hasta el 2001 fue directora asistente
de la Orquesta Sinfónica Nacional y el año 2006 fue designada directora titular
de la misma, cargo en el que permaneció hasta el año 2009. Como invitada, ha
dirigido orquestas en La Plata (Argentina) y en Brasil con la Orquesta
Sinfónica de ese país.
Zoila Elena Vega Salvatierra
Nacida en Arequipa, inició sus estudios en la
Escuela Superior de Música de Arequipa y obtuvo la licenciatura en música en la
Universidad Nacional de San Agustín. Diplomada en dirección de orquesta en el
Centro Nacional de las Artes de México, obtuvo su maestría en artes con mención
en musicología el 2001 en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Ha publicado un libro sobre la obra del
compositor arequipeño Roberto Carpio. Ha
sido directora de la Orquesta Sinfónica de Arequipa y ha participado
participado como invitada de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Pilar Lopera
Nacida también en Arequipa y licenciada en la
especialidad de piano se desempeña regularmente como clavecinista y organista dedicada
a la música barroca. Es profesora de la Universidad Nacional de San Agustín de
Arequipa, ha dirigido como invitada la Orquesta Sinfónica Nacional. Actualmente
dirige el Coro de Pequeños Cantores San Rafael Arcángel de la Basílica Catedral
de Arequipa y la orquesta de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de
San Agustín.
En el campo de la dirección coral Rosa Alarco,
Elsa Ramírez Guerrero, Dora Sánchez Málaga y Leslie Castro, directoras de los
primeros coros de colegios nacionales de mujeres; Luchi Gomzáles, ex directora
del Coro de AeroPerú y colaboradora de
la Asociación Prolírica de Luis Alva, ,
Doris Rentería, Marina Lobatón Claudia Rheineck y Mónica Canales, directoras de
coros de niños, entre otras.
Alejandra Lopera
Hermana de la anterior, es una destacada
flautista con estudios de especialización en los Estados Unidos y Europa que se
dedicada a la interpretación de la música barroca y contemporánea. Dirige un
conjunto de música antigua en Arequipa y anualmente participa en festivales y
ofrece recitales con flauta dulce en nuestra capital y en el extranjero.
Compositora y musicógrafa, realiza investigaciones sobre su especialidad y
ejerce la docencia en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.
Isabel Salas Rivera
Realizó sus estudios de dirección coral y
educación musical en el Conservatorio Nacional de Música, institución en la que
se desempeñó como directora del coro de niños entre los años 1989 y 1994. En
1996 se le encomendó la conducción del Coro Femenino de la Pontificia
Universidad Católica del Perú gracias al trabajo realizado en el taller que
dirigió la maestra cubana Digna Guerra.
Ha realizado seis producciones discográficas y
ha participado con su coro en festivales corales en Brasil, Colombia, Chile,
Ecuador, España, Estados Unidos, Francia y Méjico.
En el campo de la interpretación, destaca
también un importante número de pianistas. La pianista y profesora limeña Lily Rosay (1898-1968) fue maestra de
toda una generación de pianistas peruanos, la primera con carrera profesional
en nuestro medio y en el extranjero, conformada por Sonia Vargas y Lola Odiaga, residentes en Estados Unidos desde hace muchos años, Anilú Romero del Valle y Lupe Parrondo, residentes en México, Consuelo Leví, también compositora), Liliana Cino, Marcela Mazzini, Elsa
De Rojas Guedes y Carmen Escobedo, actual directora del Conservatorio Nacional de Música, entre otras.
Con su esposo, el compositor de origen belga
Andrés Sas, Lily Rosay realizó una importante labor de difusión, estrenando en
Lima obras de compositores franceses del siglo XX. Estrenos importantes también
lo hizo Elsa Leidinger, alumna de la
profesora María Ureta del Solar en el Conservatorio Nacional de Música. Por su
parte, la profesora Rosa América Silva, alumna de Carlos Sánchez
Málaga en el Instituto Musical Bach, fue la más importante y tenaz difusora de
la música para piano de los compositores peruanos. Se desempeñó, además, como
profesora del Conservatorio Nacional de Música. Tarea similar, en la misma
institución, cumplió la recordada maestra Luisa
Negri, nacida en Chile pero formada en el Perú. Luisa Negri fue profesora de un grupo de pianistas entre las que
destacan Myriam Ávalos, Alicia Arce, Mónica Cárdenas y Marvi Manrique, las
cuatro con carreras destacadas en el
exterior; también fue su alumna la maestra Lydia
Hung Wong, profesora de piano, clavecinista, ex directora de
Conservatorio Nacional de Música en el período 2002-2006, y actualmente directora del Conjunto de Música Antigua de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Otras distinguidas profesoras de piano en el
Conservatorio Nacional de Música fueron
las maestras Inés Pauta, María
Ureta del Solar, antes mencionada, Mercedes
Padrosa, brillante pianista española que radicó en el Perú; Marina Vantosse, Augusta Palacio y Elena Ichikawa.
Mención especial merece la desaparecida maestra
Teresa Quezada que inició sus
estudios a los tres años de edad con su madre. A los once años, se presentó por
primera vez como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional interpretando el
Concierto Nº 1 de Beethoven. Por indicación de Arthur Rubinstein, se presentó
al concurso de admisión del Curtis Institut of Music de Filadelfia, siguiendo
allí estudios durante siete años bajo la dirección de la célebre profesora
Isabelle Vengarova y de Rydolf Serkin. En los Estados Unidos, se presentó como
solista con la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, bajo la dirección de Eugene
Ormandy.
Con la Orquesta Sinfónica Nacional se presentó
bajo la dirección de Theo Buchwald, Armando Sánchez Málaga, Sergiu Celibidache
(Rumanía), Luis Herrera de la Fuente (México), Stalisnav Skrowazewsky (Polonia)
y Carmen Moral.
Ofreció recitales en las principales ciudades
de Latinoamérica y de los Estados Unidos. Se ha presentado como solista con las
orquestas sinfónicas de México, Buenos Aires, New Haven, Santiago de Chile, y
bajo la dirección de destacados directores como Juan José Castro (Argentina),
Carlos Chávez (México) y Hermann Scherchen (Alemania), interpretando conciertos
de autores como Beethoven, Brahms, Chaikowski, Schumann, Grieg y Juan Orrego
Salas (Chile), entre otros.
Ejerció la docencia en el Conservatorio
Nacional de Música y ha participado en importantes jurados como el del concurso
“Teresa Carreño” de Venezuela.
Igualmente Anilú
Romero del Valle ganadora a los diez años del concurso convocado por la
Orquesta Sinfónica Nacional con motivo del décimo aniversario de su fundación
interpretando el concierto para piano de Schumann bajo la dirección de Theo
Buchwald.[4]
Antes de radicarse en México tocó en varias
oportunidades bajo la dirección de los maestros Luis Herrera de la Fuente y
Armando Sánchez Málaga. De regreso al Perú, actualmente se dedica a la docencia
particular y la ejerce en el Conservatorio Nacional de Música.
Resaltan también las cantantes líricas
peruanas:
Rosa Merino
Cantatriz limeña nacida a fines del siglo XVIII
y fallecida en 1868. Merino se inició como tonadillera para luego convertirse
en una destacada cantante de ópera. Antes tuvo el privilegio de estrenar la
Marcha Nacional de José Bernardo Alcedo, convertida luego en el Himno Nacional
del Perú.
Margarita de Álvarez
Desconocida en el Perú, Margarita de Álvarez, probablemente nacida en el Cuzco, fue
una figura internacional con trayectoria en Europa. Carlos Raygada[5],
en su Guía musical del Perú, cita lo
afirmado Rupert Hughes en el Music
Lovers Encyclopedia: “Contralto;
de antepasados peruanos y franceses, hija de un noble y diplomático, estudió en
el Conservatorio de Bruselas, ganando los primeros premios en canto y
declamación y también el Premio de la Reina. Nombrada Cantante de la Corte del
Rey de los Belgas, estudió ópera en Milán y se estrenó en Rouen, presentándose,
con gran éxito también en La Scala. Debut en América en la Manhattan Opera
Co.,1909; con la Chicago Opera”.
Señala después su debut en la Sala Gaveau de
París y la notable presentación de Ottone de Händel; y, entre otras las
canciones españolas de Falla y Pedrell. Margarita de Álvarez tuvo una carrera
notable en Europa, recibiendo elogios unánimes de la crítica. Una idea de su
versatilidad nos la da los importantes autores que interpretaba: Debussy,
Bizet, Richard Strauss, Wolf, Chauson, entre otros. Cantó en los principales
teatros europeos y grabó varios discos muy apreciados en su época.
Lucrecia Sarria
Soprano limeña con estudios y exitosas
presentaciones en Italia. En Lima, participó en temporadas de ópera organizadas
por el maestro italiano Tino Cremagnani y actuó en diferentes oportunidades
como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional.
Destacada maestra en el Conservatorio Nacional
de Música, tuvo entre sus alumnas a la soprano Betty Montoya, también profesora
de la misma institución. Lucrecia Sarria recibió las Palmas Magisteriales como
reconocimiento a su labor docente.
Otras cantantes peruanas destacadas fueron Leonor
Arenas Coello; la mezzosoprano Nelly
Suarez, dedicada al lied, al oratorio y a la enseñanza. La maestra Suarez
ha sido directora del Conservatorio
Nacional de Música en el período 1993-1998. Destacaron también Natalia Garland, Gloria Colmenares,
Margarita Ludeña, importante intérprete de
obras de los compositores peruanos,
Alicia Ornano, Juanita Porras, Teresa Guedes, Zoila Muñoz, Cecilia Ángel,
Margarita Ponce (contralto), Martha
Flores, Lucila Ego Aguirre, Jacqueline Terry y Josefina Brivio, entre otras.
Desde hace más de treinta años Martha Mifflin, directora de la Radio
Filarmonía cumple un papel importante en
el campo de la difusión musical a través de una serie de programas diarios
dedicados a lo más diversos géneros de la música clásica universal, tradicional
y popular en el que destaca la sección de música de los compositores e intérpretes peruanos.
Hoy el mundo musical puede mostrar un número
importante de mujeres dedicadas profesionalmente a la música. Cantantes,
pianistas, violinistas, cellistas, flautistas, guitarristas, arpistas,
directoras de orquesta, directoras de coro y compositoras. Es frecuente también
ahora encontrar en las orquestas mujeres cornistas, oboístas, clarinetistas y hasta contrabajistas. Ya no
nos llama la atención como no lo hacen hoy las médicas, ingenieras, presidentas
de la República, políticas, ministras, alcaldesas, conductoras de tractores y
taxistas, entre otras profesiones antes insólitas para nuestras abuelas.
Es cierto que en el campo de la composición el
número de mujeres dedicadas a la actividad creadora en relación a los hombres
es muy pequeña. En cambio, el número de mujeres que hoy se dedica a la
interpretación como cantantes e instrumentistas es elevado. Esto lo podemos
constatar, en el Perú, en el caso de las pianistas desde la primera generación
sobresaliente formada en la Academia Sas-Rosay antes mencionada. Igualmente a
las que egresaron de la Academia Nacional de Música Alzedo y luego las generaciones surgidas en los últimos años del
Conservatorio Nacional de Música.
Lo mismo podemos apreciar en el caso de las
cantantes, tanto en el género operático, como en el del lied y la música
popular. Es un número significativo también el de las mujeres que se dedican a
la educación musical, a la dirección orquestal y coral.
Esperemos que, rompiendo la idea de que la
labor creadora está reservada mayormente al hombre, y como lo vemos en las artes plásticas y recientemente en el
cine, más mujeres se animen a incursionar también en la composición musical.
Bibliografía
Barbacci,
Rodolfo (setiembre, 1939). La inferioridad mental de la mujer y su reflejo en
la actividad musical. Revista Musical
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Pedagogue, Composer, Legend. Diane M. Selmon, Queensland Griffith
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Ministerio de Cultura de España. Biblioteca Quinto Centenario.
Revista
ARS dedicada a Schumann. Nº 73. Buenos Aires, 1956.
Revista
ARS dedicada a Mendelssohn. Nº 98. Buenos Aires, 1964.
Diversas
ediciones del Diario “El Comercio”.
El autor:
Armando Sánchez Málaga realizó sus estudios
musicales en el Conservatorio Nacional de Música, en la Facultad de Ciencias y
Artes Musicales de la Universidad de Chile y en la Hochshule für Musik de
Munich (Alemania). Se especializó en dirección de orquesta con los maestros
Theodor Fuchs en Chile, Gotthold E. Lessing en Alemania e Igor Markevitch en
los cursos internacionales de España y Mónaco, en los que obtuvo mención
especial.
Ha sido director de la Orquesta de Cámara y
profesor del Conservatorio de la Universidad de Concepción (Chile); director
del Coro Nacional, director auxiliar y luego director titular en tres
oportunidades de la Orquesta Sinfónica Nacional. Ha dirigido diversas orquestas
en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Estados Unidos, Guatemala y El Salvador.
Es profesor emérito del Conservatorio Nacional
de Música, institución de la cual ha sido su director. Como compositor obtuvo
el premio “4 de julio” otorgado por la Universidad de Texas. Ha sido profesor
visitante de la Escuela de Música “Benjamin T. Rome” de la Universidad Católica
de Washington. Actualmente es profesor de la Pontificia Universidad Católica;
director de su Centro de Estudios, Investigación y Difusión de la Música
Latinoamericana; y profesor de la Escuela de Arte de la Facultad de Ciencias y
Letras Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El año 2006 la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos le otorgó el título de Doctor Honoris
Causa. El 2013 recibió las Palmas Académicas Magisteriales en el grado de
Amauta, y en el 2014 la Medalla Dinthilac otorgada por la Pontificia
Universidad Católica del Perú.
[1] CURT SACHS. La música
en la Antigüedad. Ed. Labor. S.A. Barcelona, Bs. Aires. 1927.
[2] BARBACCI, Rodolfo. La
inferioridad mental de la mujer y su reflejo en la actividad musical. En:
Revista Musical Peruana, nro. 9. Lima, septiembre 1939.
[3] Ver más en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hildegard_de_Bingen.
[4] Ver video de su participación
en el concurso de aniversario de la Orquesta Sinfónica Nacional realizado en
1948 a la edad de 10 años. En: https://www.youtube.com/watch?v=ljFZyFRhwEI
[5] RAYGADA, Carlos. Guía
Musical del Perú. En: FENIX. Revista de la Biblioteca Nacional, Nº 12, 13 y 14.
Lima, 1956-1957, 1963, 1964.